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22 julio, 2017

Lágrimas bajo la cama.

¡Qué suerte tenemos de tener una literatura infantil tan buena en la actualidad!

Los cuentos deben formar parte de la vida de nuestros hijos desde pequeños. Un cuento debe asombrar, divertir, emocionar, trasladarte a un mundo de fantasía…

Hace unos meses decidí hacer realidad uno de mis sueños, publicar un cuento infantil. Y mientras mis personajes van cobrando vida  en un papel, un día se me ocurrió una idea: ¿por qué no crear un blog sobre literatura infantil para dar a conocer a las familias la gran variedad de cuentos de los que podemos presumir en la actualidad?

Realizar este blog me ha permitido conocer el mundo de la autoedición. En la literatura infantil actual podemos encontrar editoriales con cuentos sobre valores y emociones, cuentos para divertirse, cuentos escritos en verso… Desde hace unos años estamos de suerte, ya que también se están publicando cuentos autoeditados, que de otra forma no hubiéramos conocido. Detrás de esos cuentos se encuentran personas emprendedoras y luchadoras que persiguen sus sueños hasta el final, publicando sin ninguna editorial que las respalde y que llegan a los corazones de los más pequeños con sus bellas historias. Así conocí a Ana Meilán con sus obras Lágrimas bajo la cama y ¿Quién viene esta noche?

Ana Meilán publicó su primer cuento, Lágrimas bajo la cama, en agosto del 2016. Son más de tres mil los cuentos los que ha vendido en menos de un año. Acaba de sacar su tercera edición y puede presumir de tener su cuento por distintos países de varios continentes. Ahora ha publicado su segundo trabajo ¿Quién viene esta noche?

Lágrimas bajo la cama es una bella historia que acerca a los más pequeños a sus emociones. Les enseña que llorar es una forma más de expresión del ser humano y que se puede llorar por muchos motivos: pena, tristeza y también por alegría.

¿Y a los adultos que nos aporta? Pues sí, este cuento también ayuda mucho a los adultos a reflexionar sobre la libertad para expresar los sentimientos. La capacidad de los niños para comprender y controlar sus emociones aún es limitada. Por ello, el llanto es una manera fácil de expresar cómo se sienten. Cuando son pequeños necesitan el llanto, en muchas ocasiones, como medio de expresión.   

“¿Qué pasaría si el mundo se quedara sin lágrimas?  Ese es el planteamiento de Ana Meilán en este cuento.

 

Cuando tienes el libro de Lágrimas bajo la cama entre tus manos te das cuenta que Ana Meilán se ha preocupado, y  mucho, por sacar a la venta un cuento muy cuidado tanto por su historia como por su aspecto. Su presentación, en tapa dura, hace que sea muy manejable. Las guardas empiezan a contar su historia desde que lo abres y la calidad de sus hojas no tienen nada que envidiar a las de ninguna editorial. 

La ilustradora de este cuento, Marta Mayo, plasma de manera magistral lo que Ana Meilán quiere transmitirnos a través de su personaje Simón. Sus dibujos alegres, coloridos, atraen la atención del lector desde el primer momento. Sus ilustraciones están llenas de detalles, lo que permite recrearte en sus dibujos cada vez que lo lees. Buscas al perrito de Simón, te das cuenta que un niño tiene una mancha de chocolate en la camiseta, averiguas el motivo de por qué lloran unos niños…A los niños les encanta, tras la lectura, volver a ver los dibujos del cuento y obtener más información y Marta Mayo lo ha conseguido sin ninguna duda.

Aquí os dejo la reseña del cuento. (Gracias a Marvefotografía por sus preciosas fotos.)

Simón era un niño pequeño al que todo el mundo le llamaba llorón. Simón lloraba por las cosas que lloran los bebes: cuando se le caía un juguete, cuando tenía hambre, cuando quería dormir.

 

Toda su familia le decía ¡Simón eres un llorón!, su mamá, su papá, su abuela…

 

Cuando cumplió cinco años Simón seguía llorando por muchas cosas y le seguían llamando llorón. Hasta su profesora y su mejor amigo. Un día, cansado de que todo el mundo le dijese lo mismo, decidió que ya no volvería a llorar delante de la gente.

Cada vez que una lágrima salía de sus ojos la metía en un bote para que nadie la viese, cerraba el bote  y la escondía debajo de la cama.

Desde ese día ya nadie le decía ¡Simón eres un llorón!, ahora le decían, ¡Muy bien, Simón, eres un hombre hecho y derecho!

 

Esa frase le dio una idea: limpiaría las lágrimas con un pañuelo a todo aquel que llorase y metería sus lágrimas en un bote bien cerrado para que no se pudieran escapar. Todos los botes los iba dejando debajo de su cama, así nadie sabía lo que estaba haciendo. Simón acabó recogiendo tantos botes de lágrimas que ya nadie podía llorar. Simón estaba contento, pensaba que había solucionado un gran problema y que así, tal y como una vez le dijo su papá, el mundo estaría lleno de hombres y mujeres hechos y derechos.

 

No tener lágrimas significaba no ser un llorón pero los días fueron pasando y sucedió un problema: la gente no se entendía. Los mayores ya no entendían a los bebés, porque no lloraban para decir lo que les pasaba, los niños y los mayores tampoco lo hacían. Y los niños lloran cuando tienen pesadillas y los adultos cuando se sienten tristes. Entonces Simón comprendió que llorar es necesario. Es una forma más de expresar cómo te sientes. Simón cogió sus botes de lágrimas, los abrió, y los dejo escapar para que regresaran junto a su dueño y así poder expresarse.

Simón descubrió que se puede llorar por muchas razones y una de ellas también es la risa.

 

Desde que contacté con Ana Meilán para pedirla una entrevista todo han sido facilidades, la rapidez con la que me respondió, su trato amable, sus palabras de ánimo para que siga persiguiendo mi sueño de publicar mis cuentos. Gracias Ana, porque he descubierto una buena escritora y una gran persona.

Esta es su entrevista.

¿Cómo surgió el personaje de Simón y su historia?

Simón nació en una tarde de invierno cuando mi hija lloraba porque su papá se iba a trabajar. Era algo que a diario le costaba mucho aceptar. Se agarraba a la pierna de su padre, como Simón lo hace en una de las páginas del libro, y no había forma de soltarla. Y a veces la inspiración llega de la forma más inesperada.

¿Cómo te sientes al saber que en muchos colegios se está trabajando

 con tu cuento para abordar aspectos de la inteligencia emocional?

Que en un colegio se trabaje la inteligencia emocional es fantástico y si utilizan mis libros en alguno de sus proyectos, ¿qué puedo decirte?, no deja de emocionarme. Hay profesoras que hicieron auténticas maravillas con Simón, tanto en clases de educación infantil como en aulas de primaria. Fui a colegios a presentar el libro y me he encontrado con los pasillos y las aulas decoradas con botes de lágrimas. En uno de ellos, (Colegio de Dehesas Viejas en Granada), Simón tenía hasta canción propia, compuesta por Juan Rafael Muñoz.

¿Por qué piensas que Simón está llegando a tantos corazones?

Imagino que los niños se sienten identificados con Simón, lloran como él, y por las mismas cosas que él. Los adultos que me escriben me cuentan que les sirvió para hacer un punto de reflexión a la hora de decirle a un niño que deje de llorar. Me sorprendo cada día de los mensajes que recibo para contarme que Simón es ya uno más de la familia, que los niños lo eligen a la hora del cuento, que buscan manualidades para hacerlo y que en alguna casa tiene incluso un sitio en la mesa al lado del peque.

Tras esperar y ver que ninguna editorial llamaba a tu puerta decidiste autoeditar tu libro, ¿te arrepientes de ello? 

Creo que fue lo mejor que me ha podido pasar. La autoedición te obliga a salir por ti misma, a aprender a pasos agigantados, es como hacer un máster en edición, publicación, marketing, venta…

Tienes el control de todo el proyecto desde el minuto en que la idea aparece en tu mente hasta que llega a manos del lector que le pondrá voz a la hora del cuento.

Me encanta todo este mundillo, aunque lo mejor de todo es la cercanía con el lector y con el librero. Con la autoedición conoces de primera mano el resultado de tus proyectos, lo que siente el lector cuando lo lee, la relación personal que forjas con la persona que va a recomendar tu libro detrás de un mostrador en una librería.

¿Te gustaría firmar con una editorial tus próximos cuentos?

Es algo que en principio no tengo previsto. Creo que me gusta demasiado todo lo que está detrás de una autoedición como para llegar a plantearme publicar con una editorial.

¿Cuántos libros has vendido de Lágrimas bajo la cama? ¿Cuántas copias preparaste para tu primera edición?

La primera edición salió a la venta el 19 de agosto del 2016 con una tirada inicial de 500 ejemplares, y en este momento más de 3000 Simones recorren el mundo.

Ahora estás con tu segundo cuento autoeditado, ¿Quién viene esta noche?, ilustrado por Silvina Eduardo, ¿en algún momento llegaste a pensar que ibas a tener este éxito y a tener la posibilidad de seguir escribiendo?

 

 

Cuando uno empieza un sueño lo hace creyendo que puede salir bien. Creía en Simón y en su historia pero nunca imaginé que pudiera colarse en tantos rincones del mundo en tan poco tiempo.

Ahora es mi Familia Pérez la que llega para cambiar la historia, para dar respuesta a una pregunta que hay en todos los hogares: ¿por qué el Ratoncito Pérez trae cosas diferentes en cada casa? Era una pregunta constante que me hacían mis hijos ¿por qué? y en ¿Quién viene esta noche? tenemos la respuesta, así que… volvamos a soñar que puede seguir los pasos de Simón.

¿Qué es lo que más te gusta de ser escritora de cuentos infantiles? 

 

Me encanta leer, nuestra casa está llena de álbumes ilustrados, mires donde mires ves uno y saber que ahora hay casas, colegios, bibliotecas, librerías que tienen una de mis historias es increíble.

¿Cómo lleva tu familia y tus hijos tu faceta de escritora?

Están tan ilusionados como yo. Les enseño a mis hijos las fotos que me envían desde distintas partes del mundo a las que llega Simón, de vídeos que me envían niños hablándome de lo que les parecen mis cuentos, y ojalá vierais sus caritas emocionadas “Mamáaaa tienen a Simón”. Allí donde voy suelo llevar a mi marido y a mis hijos, se vienen conmigo y con Simón a cada presentación, creo que ya casi pueden contratarlos a ellos para las presentaciones jajajajaja…

¿Qué consejo nos das a gente como yo que queremos seguir tus pasos en el mundo de la autoedición siendo autores noveles?

Que no dejéis de intentarlo, que no importa los “no” o los silencios que recibáis por parte de las editoriales, que busquéis información en todas partes porque hay muchas maneras de publicar, solo hace falta creer en uno mismo y decidirse a hacerlo realidad.

Como veis, la autoedición nos permite conocer joyas como las obras de Ana Meilán,  Lágrimas bajo la cama y ¿Quién viene esta noche?

Somos unos afortunados, y me incluyo, porque no solo disfrutan los DRAGONCITOS de los cuentos, yo también lo hago, y mucho.

Gracias Ana Meilán por tu tiempo y dedicación. Ha sido un placer realizar esta entrevista. Escritores como tú hacéis que los niños se enamoren de los cuentos desde la infancia. Ojalá entre todos consigamos que los más pequeños amen la lectura y se conviertan en buenos lectores en su vida adulta.

Como Ana Meilán no tiene editorial desgraciadamente no podréis encontrar en todas las librerías sus cuentos. Cada vez hay más librerías donde podéis comprarlos. Si tenéis problemas consultar en su página de facebook .

Los que vivís en Parla, mi localidad, sois unos afortunados, podéis comprarlos en la Librería Carmen y en La librería de Alicia.

Espero que os haya gustado la reseña del cuento y la entrevista a esta escritora tan especial.

Escrito por: Juani Velilla. Psicopedagoga y Maestra de Educación Infantil.

entrevistas, reseñas de cuentos

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