Me encantan los cuentos que transmiten mucho con muy poco texto y con sencillas ilustraciones. Además si es un cuento tanto para niños como para adultos, aún me gusta más.
El cuento que os presento encaja a la perfección con esta descripción: La parte que falta.
Datos técnicos
Autor e ilustrador: Shel Silverstein
Editorial: Kafkian
Año de publicación: 2019
Encuadernación: tapa dura
La parte que falta cuenta la historia de este simpático personaje.
Durante toda la historia piensa que le falta algo. Por ello no era feliz. Así que un buen día salió a buscar la parte que le faltaba.
Y mientras rodaba iba cantando esta canción: “Busco la parte que me falta. Busco la parte que me falta. ¡Yujuu! Allá voy buscando la parte que me falta”.
Y así comenzó una gran aventura.
A veces pasó calor, otras frío. Surcó océanos, atravesó selvas y pantanos… Pero como le faltaba una parte, no podía rodar muy rápido.
Por el camino conoció a muchos personajes, un gusano, una flor, un escarabajo una mariposa… y disfrutaba con ellos.
Muchas veces encontró partes, pero rápidamente veía que no eran la parte que le faltaba.
Mientras duraba la búsqueda no solo vivió aventuras, sino también depresiones y se estampó contra muros de piedra.
Hasta que un día encontró La parte. Ambos decidieron probar y ver si encajaban.
Pero cuando pensaba que por fin lo había conseguido y que ya iba a ser feliz… descubrió que no podía hacer las mismas cosas que antes hacia y que tal vez no le faltaba nada. Solo aceptarse tal y como es. Así que tomó una decisión que le hizo seguir buscando, pero también disfrutar por el camino de “La aventura de la vida”.
Qué nos ofrece La parte que falta
Como habéis podido comprobar sus ilustraciones son muy sencillas pero consiguen transmitir perfectamente la idea de Shel Silverstein.
Muchas veces no somos capaces de disfrutar de todo lo que nos ofrece la vida porque estamos en una continúa búsqueda. En ocasiones será una búsqueda interior, otras profesional, otras de pareja o amistad…
Cuando somos capaces de aceptar lo que somos y lo que tenemos es más fácil disfrutar del resto y vivir la vida disfrutándola mucho más.
Como veis, esta es una valoración muy personal de La parte que falta. Estoy segura de que según la persona que lo lea pueden surgir distintas interpretaciones.
Os lo recomiendo a los adultos porque creo que es importante parar de vez en cuando en el camino y hacer alguna reflexión. Y a los niños por todas las conversaciones tan interesantes que podemos tener con ellos después de la lectura.
Espero que la reseña os haya gustado.